VIGILIA de la Adoración Nocturna Española


Vigilia tradicional de la A.N.E.

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JUNTA DE TURNO

Oración preparatoria

De rodillas y persignados:

V.-

Adorado sea el Santísimo Sacramento.

R.-

Por siempre sea bendito y adorado.

V.-

Ave María Purísima.

R.-

Sin pecado concebida.

V.-

Ven, Espíritu Santo.

R.-

Llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.

V.-

Envía tu Espíritu y serán creados. (T.P. Aleluya) R.- Y renovarás la faz de la tierra. (T.P. Aleluya)

V.-

Oremos: Oh Dios, que has ilustrado los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo: Haz que, guiados por el mismo Espíritu, sintamos rectamente y gocemos siempre de su consuelo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

V.-

Habla, oh Señor.

R.-

Porque tu siervo escucha.

 

Sentados:
Se lee el Tema de reflexión u otro texto apropiado.
Después de la lectura espiritual:
V.-

Pero tú, Señor, ten piedad de nosotros

R.-

Gracias a Dios.

 

PROCESIÓN DE BANDERAS Y PRESENTACIÓN DE LA GUARDIA

Se canta:

Ya se acercan los estandartes del Rey
resplandece el misterio de la cruz
en la cual la vida sufrió la muerte
y con su muerte nos dio la vida.

Sacris solemniis

REZO DEL ROSARIO y ORACIONES varias

 

VÍSPERAS Y SANTA MISA

Vísperas del Manual o del día.

DOMINGO I (pág. 47 del Manual)

DOMINGO II (pág. 87 del Manual)

DOMINGO III (pág. 131 del Manual)

DOMINGO IV (pág. 171 del Manual)

ADVIENTO (pág. 287 del Manual)

NAVIDAD (pág. 319 del Manual)

CUARESMA (pág. 353 del Manual)

PASCUA (pág.385 del Manual)

 

PRESENTACIÓN DE ADORADORES
ACTO DE HOMENAJE

Soberano Señor Sacramentado

 

OFICIO DE LECTURAS

Vigilia- Oficio de lecturas- del Manual o del día.

DOMINGO I (pág. 60 del Manual)

DOMINGO II (pág. 101 del Manual)

DOMINGO III (pág. 145 del Manual)

DOMINGO IV (pág. 184 del Manual)

ADVIENTO (pág. 298 del Manual)

NAVIDAD (pág. 330 del Manual)

CUARESMA (pág. 364 del Manual)

PASCUA (pág. 396 del Manual)

 

ORACIÓN PERSONAL EN SILENCIO

Media hora de oración personal en silencio.

 

ORACIÓN DE DESAGRAVIOS

Para ocasiones concretas, por ejemplo Cuaresma.

Divino Salvador de las almas: nos postramos en tu presencia soberana, y dirigiendo a Ti nuestra mirada, se apenan nuestros corazones al considerar el olvido en el que te tienen los que redimiste, y al ver despreciado el derramamiento de tu sangre, infructuoso tu sacrificio y escarnecido tu amor. Pero, ya que nos permites en esta noche unir nuestra pena a tu dolor, te rogamos, dulce Jesús, por los que no te ruegan, te bendecimos por los que te maldicen, y te adoramos por los que te ultrajan sin piedad; y con toda la energía de nuestras almas deseamos bendecirte y alabarte en todos los instantes de esta noche y en todos los Sagrarios de la tierra con los mismos afectos de tu amante Corazón. Suba, Señor, hasta ti nuestra oración arrepentida de expiación:

V.-

Por nuestros pecados, por los de nuestros padres, hermanos y amigos, por los del mundo entero.

R.-

Perdón, Señor, perdón.

V.-

Por las infidelidades y sacrilegios, por los odios y rencores.

R.-

Perdón, Señor, perdón.

V.-

Por las blasfemias, por la profanación de los días santos.

R.-

Perdón, Señor, perdón.

V.-

Por las impurezas y escándalos.

R.-

Perdón, Señor, perdón.

V.-

Por las debilidades y respetos humanos.

R.-

Perdón, Señor, perdón.

V.-

Por las injusticias y los engaños.

R.-

Perdón, Señor, perdón.

V.-

Por las desobediencias a los mandamientos de la Santa Madre Iglesia.

R.-

Perdón, Señor, perdón.

V.-

Por las profanaciones del matrimonio, por las prácticas ilícitas de los esposos.

R.-

Perdón, Señor, perdón.

V.-

Por la falta de transmisión de la fe y los malos ejemplos de los padres, por la falta de piedad filial de los hijos.

R.-

Perdón, Señor, perdón.

V.-

Por los abortos y los actos eutanásicos.

R.-

Perdón, Señor, perdón.

V.-

Por los ataques al Romano Pontífice.

R.-

Perdón, Señor, perdón.

V.-

Por las persecuciones a los pastores de la Iglesia, a los religiosos y a los fieles católicos.

R.-

Perdón, Señor, perdón.

V.-

Por los insultos a tus imágenes, la profanación de los templos, el abuso de los Sacramentos y los ultrajes a la sagrada Eucaristía.

R.-

Piedad, Señor, piedad.

V.-

Por los ataques públicos y ofensas, conscientes o inconscientes, a la religión católica.

R.-

Piedad, Señor, piedad.

V.-

Por las maquinaciones de las sectas satánicas.

R.-

Piedad, Señor, piedad.

V.-

Por las vacilaciones y faltas de fidelidad de los justos, por la resistencia a la gracia de los pecadores.

R.-

Piedad, Señor, piedad.

V.-

Por los sufrimientos causados a los inocentes.

R.-

Piedad, Señor, piedad.

V.-

Perdón, Señor, y piedad por el más necesitado de tu gracia. Que la luz de tus ojos jamás se aparten de nosotros; encadena nuestros corazones a la puerta de tus sagrarios y hazles incendiarse de tu divino amor; concédeles llorar profundamente las propias ingratitudes y determinarse firmemente a vivir para amarte.

R.-

Amén.

 

ORACIÓN DE AGONIZANTES

V.-

¡Oh misericordioso Jesús, abrasado en ardiente amor de las almas; Os suplicamos por las agonías de vuestro Sacratísimo Corazón y por los dolores de vuestra Inmaculada Madre, que lavéis con vuestra sangre a todos los pecadores de la tierra que están en la agonía y tienen hoy que morir.

R.-

Amén.

V.-

Corazón agonizante de Jesús.

R.-

Tened misericordia de los moribundos.

 

PRECES DE PETICIÓN

Oremos por la Iglesia católica, por el Papa, los Obispos, especialmente por el nuestro, y por los sacerdotes: por la exaltación y libertad de la Iglesia y el aumento del espíritu de estos para guiarnos a la vida eterna con sus consejos y ejemplos.

Oremos por la Iglesia purgante que se purifica para entrar a ver el rostro de Dios: para que se abrevien las penas de las almas del purgatorio y sientan, al menos en esta noche, algún alivio durante nuestra adoración a Jesús Sacramentado.

Oremos por los agonizantes de este día y de esta hora, que libran su última batalla de vida o muerte eterna: para que les alcance el fruto de la Sangre preciosa de Jesucristo, nuestro Redentor, cuya efusión mística se actúa, y se reproduce en su vida eucarística.

Oremos porque se establezca, afirme y extienda el Reino de Dios en la sociedad, para que arraigue su dulce imperio en nuestros corazones: para que, para tan altos fines, nos admita S.D.M. como humildes cooperadores durante esta guardia nocturna de su Santísimo Cuerpo, ya que nos otorga la dicha de ser custodios de su sagrada persona.

Oremos por la paz pública y el bien de nuestra Patria: para que las legítimas potestades civiles y los constituidos por Dios en autoridad rijan y gobiernen la sociedad en justicia y equidad, conforme a los principios de nuestra santa religión católica, y para que protejan y mantengan la libertad cristiana de los que creen en el Señor.

Oremos en unión de Nuestro Señor Jesucristo por nosotros sus siervos: para que nos sea concedida la paz y la tranquilidad de espíritu que el mundo no puede dar y sea tranquila, bajo su protección, nuestra vida temporal para alcanzar la eterna.

Oremos al Eterno Padre, en unión de Nuestro Señor Jesucristo, por el mundo y especialmente por España: para que ahuyente las dolencias, aleje el hambre, abra las prisiones injustas, otorgue a los peregrinos feliz regreso, a los enfermos salud y a los navegantes puerto de salvación.

Oremos a Dios Nuestro Señor por los fieles agobiados bajo el peso de su cruz: para que la lleven con paciencia y resignación, y para que reciban en sus necesidades el auxilio divino, y se alegren con la visita de su infinita misericordia.

Oremos por la omnipotente mediación de Nuestro señor Jesucristo en su vida sacramental por nosotros adoradores aquí presentes: para que Dios nos conceda la merced de que nuestra modesta oración y adoración expíe nuestras culpas y las del mundo, desagravie al Señor y repare el mal del pecado.

Oremos a Cristo nuestro Rey, perfecto adorador del Padre y caudillo de los que oran, por nosotros adoradores aquí convocados: para que imitándole y uniéndonos a su sacrificio ofrezcamos sinceramente a Dios nuestro corazón a la par que el Suyo, y sacrifiquemos nuestra voluntad por una perfecta contrición y dolor de nuestros pecados, con el propósito firme de la enmienda y a fin de ser dignos soldados de su guardia real.

 

PRECES EXPIATORIAS

Preces expiatorias.

 

REZO DE LAUDES Y MISA

Rezo del Laudes correspondiente, bien del Manual, o del día.

DOMINGO I(pág. 75 del Manual)

DOMINGO II (pág. 118 del Manual)

DOMINGO III (pág. 159 del Manual)

DOMINGO IV (pág. 200 del Manual)

ADVIENTO (pág. 310 del Manual)

NAVIDAD (pág. 342 del Manual)

CUARESMA (pág. 375 del Manual)

PASCUA (pág.408 del Manual)

Tras la misa, se reza la oración a San Miguel.

TANTUM ERGO

ALABANZAS AL SANTÍSIMO SACRAMENTO EN REPARACIÓN DE LAS BLASFEMIAS

BENDICIÓN Y RESERVA

LAUDATE

 

ORACIÓN DE AGRADECIMIENTO

Manifestemos a Dios nuestro agradecimiento por los favores que nos ha hecho y ofrezcamos a Él las obras de este día.

Todos:

Os agradecemos humildemente: Dios nuestro, todos los favores que nos habéis hecho, y singularmente en esta noche feliz. Es un efecto de vuestra bondad que veamos este día, por eso queremos, emplearlo en serviros, consagrándoos todos los pensamientos, palabras, acciones y penas de nuestra vida. Bendecidla, Señor, a fin de que no hagamos ni padezcamos nada sino animados de vuestro amor, y que todo vaya dirigido a la mayor gloria vuestra. Divino Corazón de Jesús, por medio del Corazón Inmaculado de María yo me consagro a Ti; y contigo me ofrezco a Dios Padre en tu santo sacrificio del Altar, con todas mis obras y oraciones, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación por nuestros pecados, para que venga a nosotros tu Reino, especialmente por la intenciones confiada este mes por el Papa al Apostolado de la Oración. Os ofrecemos también, ¡oh, Dios mío!, los méritos que en esta noche hayamos podido contraer, por las intenciones generales y permanentes de la Adoración Nocturna Española y por la particular porque se aplica esta Vigilia.

 

RETIRADA DE LA GUARDIA

Se hace como la salida de la Guardia, con la bandera. El abanderado se coloca en la entrada del presbiterio y encabeza la Guardia.
Una voz, semitona: Adorado sea el Santísimo Sacramento. Todos dicen: Por siempre sea bendito y adorado. Se repite segunda y tercera vez, elevando la voz en cada una gradualmente. Por último, la bandera saluda al Sagrario, inclinándose ligeramente; los adoradores hacen genuflexión sencilla, y toda la Guardia se retira pausadamente detrás de la bandera, semitonándose el

 

SALMO 129

Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica.

Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto.

Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.

Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos.

 

Canto de la Salve Regina.

 

El Capellán, y en su defecto el Responsable de noche, llegados todos a la puerta que comunica el templo con la sala de guardia, dice, vueltos de cara a la Cruz de la bandera:

Dadles, Señor, el eterno descanso.

Todos:

Y la luz perpetua los ilumine.

Quien dirige:

De la entrada del infierno.

Todos:

Librad, Señor, sus almas.

Quien dirige:

Descansen en paz.

Todos:

Amén.

Quien dirige:

Señor, escuchad mi oración.

Todos:

Y mi clamor llegue a Vos.

Quien dirige OREMOS:

Oh Dios, que entre los apostólicos sacerdotes hicisteis resplandecer a vuestros siervos con la dignidad pontificia o sacerdotal, haced os rogamos, que se agreguen perpetuamente a su compañía.

Oh Dios, que concedéis el perdón de los pecados y queréis que todos los hombres se salven; imploramos vuestra clemencia, para que, por la intercesión de la bienaventurada Virgen María y de todos los Santos, las almas de vuestros siervos y siervas lleguen a la eterna gloria.

Oh Dios, Criador y Redentor de todos los fieles; conceded la remisión de sus pecados a las almas de vuestros siervos y siervas, para que consigan de nuestras piadosas súplicas el perdón que siempre desearon: Que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Quien dirige:

Concededles, Señor, el descanso eterno.

Todos:

Y alúmbreles la luz perpetua.

Quien dirige:

Descansen en paz.

Todos:

Amén.

De rodillas de cara al Sagrario

Quien dirige:

Sea por siempre bendito y adorado Cristo Nuestro Señor Sacramentado.

Todos:

Nuestro Rey por los siglos de los siglos.

Quien dirige:

Ave, María Purísima.

Todos:

Sin pecado concebida.

Quien dirige:

Marchemos en paz.

(Levantándose) Todos:

En nombre de Cristo. Amén.

Cristo vence, / Cristo reina, / Cristo Cristo impera.

Inclinación a la bandera, que pasa delante de todos: el abanderado la besa y guarda con todo respeto.

La Vigilia de la Adoración Nocturna es esencialmente una Vigilia de oración y adoración centrada en la Eucaristía, en nombre de toda la Iglesia. Nunca podrán faltar en nuestras vigilias: la oración personal y la oración litúrgica comunitaria que nos vincula a la Iglesia.


La Liturgia de las Horas es la oración que la Iglesia, en unión con Jesucristo, su Cabeza, y por medio de Él, ofrece a Dios. Se llama de las horas porque se efectúa en los principales momentos de cada día, que así es santificado junto con la actividad de los hombres (Laudes al comenzar el día; Vísperas al caer la tarde, Completas al acostarse...).

El Oficio de Lectura, desde los primeros siglos de la Iglesia, era la oración nocturna de los monjes mientras los hombres descansan; la alabanza y la oración del Señor no debe interrumpirse ni durante la noche.