MANUAL de la Adoración Nocturna Española
ESQUEMA de una vigilia ordinaria
Calendario de vigilias para el uso del Manual
DOMINGO I (pág. 47 del Manual)
DOMINGO II (pág. 87 del Manual)
DOMINGO III (pág. 131 del Manual)
DOMINGO IV (pág. 171 del Manual)
Esquemas litúrgicos completos:
ADVIENTO (pág. 287 del Manual)
NAVIDAD (pág. 319 del Manual)
CUARESMA (pág. 353 del Manual)
PASCUA (pág.385 del Manual)
Vigilias extraordinarias:
DIFUNTOS (Pág. 532 del Manual)
JUEVES SANTO (Pág. 459 del Manual)
CORPUS (Pág. 3 del Manual)
CORPUS (pág. 511 del Manual)
ESPIGAS (Pág. 555 del Manual)
Ejercicio de FIN DE AÑO
COMPLETAS (página 431 del Manual)
PRECES expiatorias del Manual ANE.
Oración para pedir la beatificación de Luis de Trelles
La Vigilia de la Adoración Nocturna es esencialmente una Vigilia de oración y adoración centrada en la Eucaristía, en nombre de toda la Iglesia. Nunca podrán faltar en nuestras vigilias: la oración personal y la oración litúrgica comunitaria que nos vincula a la Iglesia.
El apóstol de la Eucaristía, Luis de Trelles y Noguerol, es el fundador de la Adoración Nocturna Española. Está en proceso de beatificación. Es venerable actualmente. Fue padre de familia, abogado, auditor, periodista y diputado en el Congreso. Nació en Viveiro (Lugo) 20-08-1819. Murió en Zamora el 01-07-1891.
"Vemos tan claro, como la luz del mediodía, que tal es nuestra vocación como Adoradores: Orar, meditar, expiar, satisfacer y reparar, interceder y compensar los ultrajes que recibe el Augusto Sacramento" (Luis de Trelles, La Lámpara del Santuario 1890).
La Liturgia de las Horas es la oración que la Iglesia, en unión con Jesucristo, su Cabeza, y por medio de Él, ofrece a Dios. Se llama de las horas porque se efectúa en los principales momentos de cada día, que así es santificado junto con la actividad de los hombres (Laudes al comenzar el día; Vísperas al caer la tarde, Completas al acostarse...).
El Oficio de Lectura, desde los primeros siglos de la Iglesia, era la oración nocturna de los monjes mientras los hombres descansan; la alabanza y la oración del Señor no debe interrumpirse ni durante la noche.