ANTÍFONAS FINALES A LA SANTÍSIMA VIRGEN


I

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra;
Dios te salve.

A ti llamamos lo desterrados hijos de Eva;
a ti suspiramos, gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.

Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,
y, después de este destierro,
muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.

¡Oh, clementísima, oh piadosísima, oh dulce Virgen María!

V:

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.

R:

Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

Oremos

Oh Dios, omnipotente y eterno, que cooperando el Espíritu Santo, preparaste el cuerpo y alma de la gloriosa Virgen María, para que mereciese ser digna morada de tu Hijo: danos que, pues la recordamos con gozo, por su piadosa intercesión, nos veamos libres de los males presentes y de la muerte eterna. Por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.

 

II

Madre del Redentor, virgen fecunda,
puerta del cielo siempre abierta,
estrella de la mañana,
ven a librar al pueblo que tropieza
y quiere levantarse.

Ante la admiración de cielo y tierra,
engendraste a tu santo Creador,
y permaneces siempre virgen.

Recibe el saludo del ángel Gabriel.
y ten piedad de nosotros pecadores.

V:

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.

R:

Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

Oremos

Te rogamos, Señor, infundas tu gracia en nuestros corazones, para que, habiendo conocido por la voz del ángel la Encarnación de tu HIjo, por los méritos de su pasión y de su Cruz lleguemos a la gloria de la Resurrección. Por el mismo Jesuscristo nuestro Señor. Amén.

 

III

Salve, Reina de los cielos
y Señora de los ángeles;
salve, raíz; salve, puerta,
que dio paso a nuestra luz.

Alégrate, virgen gloriosa,
entre todas la más bella;
salve, oh hermosa doncella,
ruega a Cristo por nosotros.

V:

Concédenos alabarte, Virgen Santa.

Todos:

Danos valor contra nuestros enemigos.

Oremos

Te rogamos, Señor, que venga en nuestra ayuda la intercesión poderosa de la VIrgen María, para que nos veamos libres de todo peligro y podamos alegrarnos de vivir en paz contigo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

IV

Bajo tu protección nos acogemos,
Santa Madre de Dios;
que te dirigimos en nuestras necesidades;
antes bien, líbranos siempre de todo peligro,
oh Virgen gloriosa y bendita.

V:

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.

R:

Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

Oremos

Te rogamos, Señ:or, nos concedas a nosotros tus siervos gozar de perpetua salud de alma y cuerpo y por la gloriosa intercesión de la Bienaventurada Virgen María, seamos librados de la tristeza presente y disfrutemos de la eterna alegría. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

 

TIEMPO PASCUAL

Reina del cielo, alégrate, aleluya,
porque el Señor,
a quien has merecido llevar, aleluya,
ha resucitado, según su palabra, aleluya.
Ruega al Señor por nosotros, aleluya.

Oremos

Oh Dios, que te dignaste alegrar al mundo con la resurrección de tu Hijo Jesucristo, Señor nuestro: concédenos que, por la intercesión de su Madre la Virgen María, logremos conseguir la felicidad de la vida eterna. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

Ángelus

El ángel del Señor anunció a María.
- Y concibió del Espíritu Santo.
Dios te salve María.

He aquí la esclava del Señor.
- Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María.

Y el Verbo se hizo carne.
- Y habitó entre nosotros,
Dios te salve, María.

V:

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.

R:

Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

Oremos

Te rogamos, Señor, infundas tu gracia en nuestros corazones para que, habiendo conocido por el anuncio del ángel la Encarnación de tu Hijo, por los méritos de su pasión y de su Cruz, lleguemos a la gloria de la Resurrección. Por el mismo Jsucristo nuestro Señor. Amén.

Gloria al Padre

(Tres veces)
Indulgencia Plenaria cada vez (Enchiridium Indulgentiarum nº 9).