El Racing ha costado a los cántabros más de 30 millones

8 enero 2015

El Racing de Santander ha costado a los cántabros más de treinta millones de euros en los últimos diez años. Dicho en pesetas, que hablando de estas cantidades puede ser más ilustrativo para muchos, más de cinco mil millones de pesetas. Es decir que cada cántabro, sin comerlo ni beberlo, hemos puesto al menos 51 euros en el Racing. Y eso que, cuando comenzó todo, allá por diciembre de 2004, el entonces consejero de Economía del Gobierno de Cantabria, el socialista Ángel Agudo, afirmó que «Ni hemos puesto ni vamos a poner un euro en el Racing» (ver en El País).

Hizo esas declaraciones al dar a conocer el acuerdo a que había llegado con Santiago Díaz, propietario hasta entonces del Racing, por el que cedía sus participaciones en el Racing al Gobierno de Cantabria. La empresa pública CEP Cantabria, a cambio, concedió al Racing un préstamo participativo de 6.750.000 euros que, poco después traspasó a otra empresa pública, CANTUR. La operación conllevó unos gastos de "asesores legales" y notarios de 124.000 euros.

Tras buscar compradores para el Racing, en 2005 se vende a la empresa Dumviro, de Jacobo Montalvo, a cambio de que se hiciera cargo del pago del préstamo, los 6.750.000 euros, más 254.000 euros de intereses devengados hasta entonces, y del compromiso de realizar determinados desembolsos en el Club. Ángel Agudo, secundado por el regionalista Francisco Javier López Marcano, volvió a presumir: «Salvamos al club hace un año y hoy lo colocamos en el futuro sin que esto haya supuesto coste alguno para las arcas de la Comunidad Autónoma» (ver en El Mundo). Sin embargo, Dumviro incumple el compromiso y no paga nada del préstamo.

Lo que sí se lleva a cabo es una nueva operación, supuestamente en beneficio del Racing. En el año 2006, «la empresa pública CEP Cantabria realizó la compra de las marcas y derechos federativos sobre los equipos de categorías inferiores del Real Racing Club de Santander y la simultánea cesión del uso de las marcas y derechos federativos adquiridos, a cambio de un canon de once anualidades de 2.000 miles de euros cada una, incluyendo una opción de compra de estos activos por 500 miles de euros». Su precio: 17.540.000 euros. Es decir, el Gobierno de Cantabria, a través de CEP Cantabria, daba al Racing 17.540.000 euros a cambio de la marca y unos derechos, cuyo uso cedía al propio Racing que debía pagar por ese uso dos millones anuales durante once años.

Como todo estaba pensado, «El 30 de enero de 2006 se produjo la firma del convenio de colaboración entre el Gobierno de Cantabria y el Real Racing Club de Santander, S.A.D., para desarrollar las actividades concretas a realizar por el Club como consecuencia de la subvención concedida por Decreto 161/2005, de 22 de diciembre, para la promoción del deporte base y promoción exterior de Cantabria a través de esta Sociedad. La subvención se extendería desde el ejercicio 2006 hasta el 2016, ambos inclusive, por un importe anual de 2.000 miles de euros».

Por tanto, el Gobierno de Cantabria se había comprometido a dar al Racing una subvención anual de dos millones de euros durante once años -los mismos del pago del canon- por su labor de promoción del deporte base y de proyección exterior de Cantabria. En la práctica, esto suponía que el Gobierno daba al Racing los dos millones que éste debía pagar anualmente a CEP Cantabria, con lo cual los 17.540.000 euros pagados por el Gobierno cántabro al Racing se quedaban "limpios" en el Club.

Ello quedó más claro aún cuando el 26 de marzo de 2010 se firmó un contrato por el cual, como garantía del pago del canon, el Racing cedía a CEP el derecho al cobro de la subvención. Sin embargo, como ha puesto de manifiesto el Tribunal de Cuentas, de cuyos informes están tomados los textos en cursiva, la subvención no era firme ya que «En la cláusula tercera del convenio se indicaba que no se producirían nuevos abonos sin acreditar que "la situación financiera de la entidad se hubiera fortalecido".» [...] «Pese al reconocimiento de la subvención de 2011, 2012 y 2013, no se tiene constancia de la forma en que la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte, ha acreditado el cumplimiento de esta condición por parte del Club, máxime cuando, con fecha 8 de julio de 2011, se declaró concurso voluntario número 279/2011, por Auto del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Santander, tras la solicitud del propio Racing».

Este año 2011 supuso otro cambio importante. El 29 de enero Dumviro vende su participación mayoritaria del Racing a WGA, empresa del indio Alí Syed, en un acuerdo supervisado por el Gobierno de Cantabria que todavía presidía Miguel Ángel Revilla. En esta venta, WGA asume el pago de 6.573.000 euros del préstamo participativo. Como ha puesto de manifiesto el Tribunal de Cuentas, ello suponía aceptar ya una pérdida por el Gobierno ya que «el importe contabilizado por CANTUR a 31 de diciembre de 2010, ascendía a 6.750 miles de euros más 1.215 miles de euros de intereses (7.965 miles de euros en total), que no fueron asumidos por el citado propietario». CANTUR recogió como pérdida ese 1.392.000 euros no asumido por WGA.

Alí pagó a CANTUR 498.000 euros al firmar el contrato y se estableció un calendario de pagos para el resto del préstamo, que no cumplió. CANTUR sólo pudo recuperar 1.500.000 euros a través del aval que Credit Suisse había prestado a WGA, contabilizando como pérdida los 4.575.000 euros restantes.

Además, con ocasión de esa venta a Alí, CANTUR canceló «el derecho de prenda sobre las acciones del Club, que servía de garantía sobre el referido préstamo, estableciéndose, en su lugar, un derecho de compra».

«Posteriormente, el 9 de septiembre de 2013 y ante la demanda de CANTUR para resolver las operaciones anteriormente descritas, mediante laudo arbitral se indica que, al cancelar esa prenda, la sociedad regional degradó la garantía que mantenía para el cobro del préstamo, asumiendo el riesgo de incumplimiento, sin que ello fuera estrictamente necesario para la celebración del negocio de compraventa de las acciones del Club».

La sentencia del 6 de noviembre de 2013 del Juzgado de Primera Instancia número 54 de Madrid vino a confirmar que era el Gobierno de Cantabria el que perdía dinero por todas partes en esta operación. Dicha sentencia devolvía la propiedad del Racing, ante los impagos de WGA, a Dumviro, «pero sin situarse de nuevo en la posición de deudor de CANTUR por el préstamo participativo, pues la liberación acaecida en virtud de los acuerdos entonces asumidos por las partes, no puede retrotraerse, según declara la Sentencia», con lo cual el pago del préstamo quedaba a cargo de CANTUR.

Por tanto, el préstamo participativo, una vez descontados los cobros realizados a Alí y a Credit Suisse, ha supuesto prácticamente siete millones de euros a las arcas de Cantabria. A ello hay que sumar lo resultante de la adquisición de la marca, que el Tribunal de Cuentas resume así:

«A 31 de diciembre de 2012, esta operación, en su conjunto, había supuesto un desembolso de recursos entregados al Racing de 17.540 miles de euros, con motivo de la denominada "compra de las marcas y derechos federativos", a lo que habría que sumar los gastos iniciales del Fondo de Titulización por 446 miles de euros pagados por CEP Cantabria, más 225 miles de euros por la gestión anual de todo el periodo (45 miles de euros anuales), además de 130 miles de euros por su amortización. Asímismo, el Instituto Cántabro de Finanzas asumió un coste de liquidación del Fondo de 349 miles de euros y, por último, tanto CEP inicialmente como ICAF con posterioridad, soportaron los costes financieros de la obtención de liquidez para adquirir las marcas, que superan el 4% de interés anual».

Los intereses que ha costado la operación, según esa indicación del Tribunal de Cuentas, habrán superado los 720.000 euros anuales por lo que, desde 2006, supondrían más de seis millones de euros, lo que nos daría en total, para las dos operaciones relacionadas con el Racing que hemos analizado, un coste para las arcas públicas de la Comunidad Autónoma de Cantabria de unos 31 millones de euros. Menos mal que, según Ángel Agudo, entonces consejero de Economía del Gobierno de Cantabria y hoy presidente del PSOE en Cantabria, no nos iba a costar un euro.

Ese dinero empleado en otras empresas de Cantabria podría haber asegurado numerosos puestos de trabajo. Sin embargo, en el Racing no ha servido para nada y, de hecho, sigue al borde de su desaparición, en concurso de acreedores y con una ampliación de capital en marcha, que no acaba de despegar.

Nota: como se ha indicado, los textos en cursiva en los que no consta otra cosa, proceden del "Informe Anual de la Comunidad Autónoma de Cantabria, ejercicio 2012", elaborado por el Tribunal de Cuentas.