LA SEDE DEL GOBIERNO

Sigue la polémica respecto a la nueva sede del Gobierno de Cantabria. Como sabrán, se pretende unificar en un sólo edificio todas las dependencias actualmente dispersas a lo largo de la ciudad de Santander, de modo que se mejore la gestión al tiempo que se produce un importante ahorro en los pagos por alquileres. Si inicialmente el Gobierno pensó radicar el nuevo edificio en la zona de Las Llamas, con las importantes posibilidades que ofrece una zona hasta ahora poco urbanizada, las presiones de los comerciantes del centro, sobre todo, que veían perder vida a la ciudad, hizo que el Gobierno decidiera que se mantuviera el actual emplazamiento de Puertochico, sustituyendo el edificio existente por otro que abarque también el solar anexo hasta ahora destinado a aparcamiento.

Con esa decisión, que implicaba seguir manteniendo algunas Consejerías, como las de Ganadería y Economía, en sus actuales emplazamientos, parecía resuelta la cuestión de la ubicación. Sin embargo, se ha reabierto ahora con motivo de la exposición de las maquetas presentadas por los importantes arquitectos, de categoría mundial, convocados al concurso restringido para presentar sus alternativas. Junto a las quejas del Colegio de Arquitectos, por haber sido dejados de lado en todo lo relativo a la elección del edificio, y de muchos cántabros que una vez vistas las propuestas las consideran auténticas "moles", surgen opiniones contrarias a la construcción del edificio o partidarias de una ubicación diferente.

Se opone a la construcción del edificio, ni donde se plantea ni en cualquier otro sitio, la recientemente constituida Asociación para la Integración de Cantabria en Castilla, para quien es un derroche invertir los miles de millones de pesetas necesarios. Visto desde su perspectiva (de no existir la Comunidad de Cantabria, no existirían ni Gobierno autónomo ni consejerías), es una postura completamente lógica. Sin embargo, desde la realidad de que Cantabria es comunidad auónoma por decisión mayoritaria de sus habitantes y no va a dejar de serlo, es una postura poco defendible, si consideramos los millones de pesetas que mensualmente se están desembolsando en alquileres y la infinidad de locales, muy distanciados algunos de otros, en los que se ubican los diversos servicios de la Comunidad.

Sin embargo, la decisión de mantener la actual sede de Puertochico no resuelve totalmente este problema. Como ya dijimos, algunas Consejerías van a seguir en sus actuales locales ya que la superficie de Puertochico resulta insuficiente aun cuando se autorice una alta edificabilidad, como se pretende (de ahí el carácter de "moles" de las propuestas presentadas).

Para solventar estas carencias el P.S.O.E. sugiere una ubicación alternativa: el espacio en que se emplazan actualmente las estaciones de RENFE y F.E.V.E., espacio que va a quedar liberado cuando se unifiquen y se soterren. Esta posibilidad presenta grandes ventajas ya que, además de cumplirse la condición de que el nuevo edificio quede en el centro de Santander, se dispone de superficie suficiente tanto para permitir la total unificación de las dependencias del Gobierno como para establecer aparcamientos e infraestructuras necesarias. Contribuiría también a la completa reestructuración de esa importante zona de la ciudad de Santander sobre la que se hace cada vez más necesario actuar.

Tampoco debería dejar de estudiarse, si no se ha hecho ya, la posibilidad de aprovechar alguno de los edificios con más historia de Santander. Me estoy refiriendo al enorme edificio que la Tabacalera va a dejar libre en la calle Alta, junto al Parlamento, edificio al que no sé que uso piensa dársele. La necesidad de conservarle, su céntrica ubicación y su importante tamaño juegan a favor de este edificio como posible sede del Gobierno. Por el contrario, la carencia de espacios de aparcamiento y el entorno jugarían en contra.

Puede pensarse que estas propuestas no proceden ya, a estas alturas, cuando ya se había tomado la decisión de seguir en Puertochico y cuando se ha contactado con los principales arquitectos del mundo que ya han presentado sus soluciones. Sin embargo, lo que hay que pensar es que se van a invertir muchos miles de millones de pesetas, que es una decisión que va a tener transcendencia para muchos años venideros y que debe servir para cubrir, al menos, las necesidades presentes. Malo es que la opción de Puertochico no solucione ni siquiera ésto y si eso pasa ahora ¿qué puede pasar dentro de unos años? Reflexiónese adecuadamente ahora que todavía estamos a tiempo.