INOCENTES POR INOCENTES

En los bombardeos sobre Afganistán se han producido nuevos errores. Se habla de cien muertos al ser alcanzado un hospital. Nuevas víctimas inocentes, tan inocentes como los estadounidenses que perdieron la vida en los terribles atentados de septiembre. Y es que bombardear Afganistán no me parece lo más acertado para responder a esos asesinatos. Responder a una locura con otra locura mayor es una barbaridad. Y digo locura mayor porque ésta viene de unos Estados que, se supone, respetan la legalidad y los derechos humanos.

Es cierto que los salvajes atentados cometidos en Estados Unidos tienen que tener un castigo y sus responsables pagar por ello. Ha de aplicárseles la justicia hasta sus últimas consecuencias que, en el caso de los Estados Unidos, sería la pena de muerte. Pero aplíqueseles sólo a ellos, a los responsables, no a los que únicamente han cometido el "terrible" delito de ser afganos, de vivir en un país cuyos dirigentes han dado apoyo a los asesinos, convirtiéndose también esos dirigentes en asesinos. Los bombardeos, por muy definidos que tengan los objetivos y mucha precisión que tengan, siempre afectan a gente inocente, "efectos colaterales" no deseados pero que se producen y son vidas humanas.

Sin embargo, lo que los Estados Unidos están haciendo no es justicia, sino venganza. Por eso, se saltan uno de los principios básicos en los que se fundamentan las libertades en Occidente: la presunción de inocencia. En los tribunales occidentales prima aquello de que "vale más dejar en libertad a un culpable que condenar a un inocente", por lo que en caso de duda se impone la absolución del reo. En los bombardeos de Afganistán da igual que se maten (ejecuten, si hablamos en términos judiciales) unos cientos de inocentes; lo importante es que al final caigan el asesino y sus cómplices.

Y lo más triste es que mientras las víctimas inocentes son ya seguras, la captura de los asesinos está por ver que se produzca. El precedente de Saddan Hussein en Irak, que sigue en el poder diez años después de que se segarán otros miles de vidas de inocentes para capturarle, es un mal augurio. Como también lo es la derrota sufrida por los soviéticos en aquella agreste geografía afgana, a cuyo resguardo seguro que recurrirán los talibanes una vez expulsados del poder, alargando probablemente durante mucho tiempo más la guerra. Si a ello le añadimos el mucho dinero que posee Bin Laden y la facilidad con que el dinero abre puertas (¿quién garantiza que no está ya o no estará pronto en otro país, haciéndose la cirugía estética por ejemplo?)...

¿Había otra alternativa a los bombardeos? Seguro que sí. No sería tan rápida ni tan evidente pero con los medios de que disponen los Estados Unidos y el apoyo de tantos países seguro que se podía haber hecho algo diferente. Lo fácil, sin embargo, es responder a la violencia con la violencia, como hace quien se deja llevar por la reacción instintiva al ser golpeado.

Para acabar quiero expresar dos deseos. El primero, el pronto final de las operaciones bélicas, con el menor número de víctimas posible y con Bin Laden y los talibanes pagando por sus bárbaros crímenes. El segundo, que en el afán por eliminar a los talibanes del poder no se cree otro "monstruito" que dentro de unos años genere otro conflicto que se solucione con nuevas muertes (no se olvide que los talibanes fueron en otros tiempos el "monstruíto" apoyado por los estadounidenses para combatir a los soviéticos, como lo fue Saddan Hussein para luchar contra Jomeini). Que tengan mejor ojo y sepan a quien dan poder. Así sea.

                                                                                                                El Redero