EN DOS PALABRAS



LA RED CÁNTABRA incluye en esta sección pequeños comentarios de actualidad, que pueden referirse tanto a cuestiones internacionales como nacionales, aunque predominarán probablemente los referidos a Cantabria. Se incluirán comentarios cada pocos días. Salvo que se indique otra cosa, el autor de los mismos es Gabino Santos. El lector puede dar su opinión en los Foros.

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CAMBIO POLÍTICO

(20-3-2004)

Las elecciones celebradas el pasado día 14 dieron al P.S.O.E. un triunfo que, pocos días antes, casi nadie -empezando por las encuestas- vaticinaba. Los atentados de Madrid del día once, la mala gestión informativa que se hizo de ellos por el Gobierno saliente (continuada después de las elecciones con la desclasificación de algunos documentos del C.N.I., cuya eficacia y credibilidad queda por los suelos) y el aprovechamiento de esta mala gestión por la oposición (utilizando para ello incluso la "jornada de reflexión"), provocaron un vuelco sobre lo que se presumía y la victoria de Zapatero.

Se ha hablado de que los terroristas han conseguido su objetivo y de que han sido ellos quienes han provocado el cambio de gobierno. Aunque es innegable la influencia de los atentados, creo que ha sido la gestión de éstos, más que los atentados en sí, lo que llevó a los españoles a votar masivamente y a hacerlo, en buena medida, castigando al Partido Popular.

En todo caso, aunque el voto de los españoles no haya sido guiado por él, hay otro tema para el que el cambio de gobierno puede ser positivo: la estructuración territorial de España. El talante mostrado en los últimos años por los populares, personificado en Aznar, estaba llevando a la radicalización de posturas de unos y otros, sin que tan siquiera existiera, en algunos temas, la mínima relación institucional exigible entre Gobierno central y Gobiernos autonómicos. Es cierto que el cambio de talante parecía asegurado por cuanto Rajoy no se mostraba tan rígido al respecto como Aznar, pero la elección de Zapatero, mejor vista por los interlocutores nacionalistas, facilitará más las relaciones. Lo que hace falta ahora es que Rodríguez Zapatero no caiga en "chantajes" y sepa conciliar la unidad de España y la igualdad de derechos de todos los españoles, seamos de la comunidad autónoma que seamos, con las cesiones oportunas que satisfagan las demandas razonables de los nacionalistas.

Es posible que el pueblo español, del mismo modo que acertó escogiendo la U.C.D. de Adolfo Suárez para llevar a cabo la transición democrática, el P.S.O.E. de González para afrontar una durísima reconversión industrial (que de tener que haberla afrontado un partido de derechas hubiera encontrado una mayor contestación social) y el P.P. de Aznar para conseguir el cumplimiento de los requisitos de Mastrique y la entrada en la Europa del euro, haya atinado, también ahora, eligiendo la opción de Zapatero, que puede contribuir, si acierta en la gestión, a la definitiva vertebración territorial de España.

Las declaraciones realizadas en estos días posteriores a las elecciones en el sentido de convocar una conferencia de presidentes autonómicos parece un primer paso adecuado. De hecho, en estos comentarios se ha abogado en repetidas ocasiones por ese tipo de reuniones, con un carácter periódico, como también se ha defendido la postura de que, en lo referente a Iraq, tanto en la guerra como en la postguerra debían ser las Naciones Unidas, como representantes de la legalidad mundial, las que llevaran el mando. Coincidiendo también en ésto, Zapatero, conforme había prometido en la campaña, ha manifestado su disposición a retirar a los soldados españoles destacados en Iraq, salvo que queden bajo mandato de la O.N.U., cambiando la situación actual.

Otras muchas promesas realizadas durante la campaña electoral, les han sido recordadas estos días, tras su triunfo, a los socialistas. Algunas de ellas -realizadas por quien no esperaba ganar y, por tanto, tener que cumplirlas- difícilmente serán llevadas a la práctica. Esperemos, por el bien de España, que acierten en su gobierno y tanto política como social y territorialmente, dejen cuando le abandonen una España mejor.



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